El aguila el cuervo y el pastor
Lanzándose desde una cima, un águila arrebató a un corderito.
La vio un cuervo y tratando de imitar el acto, se lanzó sobre un carnero, pero con tan malas artes que sus garras se enredaron en la lana, y batiendo en vano sus alas no logró soltarse.
Viendo el pastor lo que sucedía, cogió al cuervo, y cortando las puntas de sus alas, se la llevó a sus niños.
Le preguntaron sus hijos acerca de que clase de ave era aquella, y les dijo:
- Para mí, sólo es un cuervo; pero él, se cree águila.
Moraleja:Pon tu esfuerzo y dedicación en lo que realmente estás preparado, no en lo que no te corresponde.
El perro y el reflejo en el rio
Vadeaba un perro un río llevando en su hocico un pedazo de carne. Vio su reflejo en el agua del río y creyó que era otro perro que llevaba un trozo de carne mayor. Y deseando más el ajeno, soltó el suyo para arrebatar el trozo a su compadre. Pero el resultado fue que se quedó sin el propio y sin el ajeno: éste porque no existía, y el otro porque se lo llevó la corriente.
Moraleja:Nunca codicies el bien ajeno, pues puedes perder lo que ya has adquirido con tu esfuerzo.
El aguila y la zorra
Un águila y una zorra eran muy amigas y decidieron vivir juntas con la idea de que eso reforzaría su amistad. Entonces el águila escogió un árbol muy elevado, poniendo allí sus huevos, mientras que la zorra soltó a sus hijos bajo unas zarzas sobre la tierra al pie del árbol.
Un día que la zorra salió a buscar su comida, el águila hambrienta cayó sobre las zarzas, arrebató a los zorruelos, y así, ella y sus crías se regozijaron con un banquete.
Regresó la zorra y más le dolió el no poder vengarse, que ver la muerte de sus pequeños; ¿ Cómo podría ella, siendo un animal terrestre, sin alas, perseguir a uno que vuela ? Tuvo que conformarse con el consuelo de los débiles e impotentes: maldecir desde lejos a su nuevo enemigo.
Mas no tardó el águila en sufrir el pago de su traición contra la amistad. Se encontraban en el campo unos pastores sacrificando una cabra; cayó el águila sobre ella y se llevó una víscera inflamada, colocándola en su nido. Vino un fuerte viento y transmitió el fuego a las pajas, ardiendo también sus aguiluchos, que por pequeños aún no sabían volar, los cuales cayeron al suelo. Corrió entonces la zorra, y tranquilamente devoró a todos los aguiluchos ante los ojos de su enemiga.
Moraleja:Nunca traiciones la amistad sincera, pues si lo hicieras, tarde o temprano del cielo llegará el castigo.
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